martes, 30 de octubre de 2007

No todo va a ser follar

Castellón DIARIO LAS PROVINCIAS
El Ayuntamiento defiende la continuidad de las tascas del centro de Castellón por ser una tradición
PP, PSPV y Bloc rechazan la petición de Castelló Sense Soroll de prohibir el consumo de alcohol en la calle en esta zona de bares.



Imagen de una de las terrazas instaladas en la plaza Santa Clara de Castellón.
La propuesta de los representantes de la agrupación vecinal Castelló Sense Soroll para prohibir el consumo de alcohol en la calle en la zona de tascas de la ciudad no va a tener el eco esperado en el Ayuntamiento de Castellón.

Los concejales de PP, PSPV y Bloc coincidieron ayer en la necesidad de permitir la práctica del tapeo en la zona y se mostraron contrarios a implementar iniciativas que supongan su desaparición, aunque sí expresaron su voluntad de regular la actividad, de manera que el derecho al ocio sea compatible con el descanso de los vecinos.

"Nuestra ciudad tiene como tradición el tasqueo que, dentro de unas normas y llevado con sensatez y prudencia, es un hábito asentado en la sociedad castellonense y tendría poco sentido discutir algo así", expresó el portavoz adjunto del PP, Juan José Pérez Macián.

Por lo que se refiere a la permisividad en cuanto al consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública en dicha zona, el edil recordó que "las tascas nunca han sido una zona de altercados ni de crisis alcohólicas o de tráfico de sustancias estupefacientes, por lo que es algo que puede seguir manteniéndose así, cumpliendo unos horarios" agregó Pérez Macián.

Al respecto, el portavoz del PSPV en el Ayuntamiento de Castellón, Juan María Calles, también apuntó que "las ordenanzas municipales señalan que sólo se puede beber en la calle en determinadas épocas del año, por lo que habría que modificar las ordenanzas para regular tanto las tascas como el consumo de alcohol en las terrazas, debido a la tradición arraigada en ese sentido en la ciudad".

"El problema no es el consumo de alcohol en la calle, sino las molestias que genera para los residentes, pero no creo que las tascas sean el lugar más problemático en cuanto a ruidos de Castellón y, si los horarios cumplen la normativa y la legalidad, no necesitaríamos más debates ni polémicas", añadió Calles, quien reiteró que "las tascas son una zona de ocio tradicional donde es compatible el ocio nocturno, el negocio de los hosteleros que regentan los establecimientos y el descanso de los vecinos, dado que si se respetan los horarios no debe haber ningún problema".

Por su parte, el portavoz del Bloc, Enric Nomdedéu, también se refirió a la necesidad de regular el funcionamiento de la zona de tascas para minimizar las molestias vecinales. "Disfrutar de una zona de tascas específica con unos horarios limitados no es incompatible con el descanso de los vecinos", comentó.

"Lo que no se puede hacer es comparar las tascas, que cierran a las doce de la noche, con las molestias vecinales que se generan a consecuencia del ruido en zonas como la calle Lagasca", matizó Nomdedéu, quien agregó que "lo que no queremos y no se debería permitir es que Castellón se convierta en una 'ciudad donut' con un centro histórico vacío y desierto".

"Tanto las tascas como las actividades que se desarrollan en la plaza Santa Clara dan vida al centro histórico de la ciudad y sólo hay que hacer las cosas bien para minimizar las molestias, como ir turnando las ferias entre las diferentes plazas del casco histórico y regular los horarios de las tascas", dijo Nomdedéu.

Cabe recordar que el año pasado, a través de una serie de correos electrónicos enviados a diversos medios de comunicación, representantes de los vecinos de la plaza Santa Clara pedían al Ayuntamiento de Castellón que tomara medidas para suprimir las ferias en la citada plaza "ya que la saturan y generan suciedad constante y niveles acústicos que superan lo establecido legalmente". Entre otras acciones, en el escrito proponían medidas como reducir las mesas y sillas de las terrazas, convertir el actual parking en un aparcamiento para residentes, trasladar las ferias e incluso eliminar el mercado Central para unir Santa Clara con la plaza Mayor.

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